ANIVERSARIO DE LA CONGREGACIÓN

El 9 de octubre pasado, en la Capilla San José, de la Casa Madre de las Hnas. Dominicas de San José, se ha celebrado el 136° años de existencia. Junto a los restos de fray Reginaldo Toro (fundador), se compartió la Eucaristía concelebrada por los frailes Miguel Guevara y Daniel Gordillo, presidida por fray Cristian Yturre, actual prior del Convento de Santo Domingo, Córdoba.

Luego del Evangelio que relata la curación de 10 leprosos, fray Cristian nos decía refiriéndose al extranjero que volvió a dar gracias: “El que vuelve es consciente de  los dones que este Maestro les ha dado … para celebrar con memoria agradecida tenemos que darnos cuenta de que todo lo que tenemos es gracia, no es porque me lo merezco”. Durante su prédica, más de una vez nos llamó a ser agradecidos: “… Agradecimiento es la conciencia de que todo es gracia, es don. Si pierdo la conciencia de que todo es un don pierdo la capacidad de agradecer”.

Haciendo referencia a la palabra y acción “abrazo”, nos compartía que sólo quienes nos sentimos abrazados podremos abrazar. “No se nos pide curar a alguien, sino el oficio de abrazar. Abrazamos a otros cuando somos conscientes de que todo lo que tenemos es gracia… Preguntarnos en este tiempo (136 años) ¡tanto tiempo! ¿quién soy en esta familia dominicana? Reconocer que hemos sido abrazados. Recibir y dar, contemplar y compartir…. incluso con nuestros defectos, con nuestra debilidad”.

Conscientes del don que Dios nos ha dado, de su Proyecto en cada una de nosotras, miramos a  nuestros inicios y compartimos la memoria agradecida de la Hna. Antonina del Ssmo. Sacramento. Ceballos, fundadora que más años vivió, y registró con detalles lo vivido en los inicios a pedido de la Maestra de Novicias Hna. Matilde Ferreyra del Ssmo. Sacramento, que deseaba saber su origen.

La fundación en primera persona

El Rdo. Padre Fr. Reginaldo Toro (q.e.p.d.) después de haber ejercido el cargo de Provincial dos veces en el Convento de Córdoba,  y cuando terminó su último período, fue nombrado Provincial Fr. Jacinto Varela «cuadyuvador» (Sic) inmediato y eficaz en la fundación del Instituto.

El mencionado Padre Toro había concebido por medio de una Divina inspiración de hacer una fundación de religiosas Dominicas con el fin de cuidar enfermos a domicilio, y a la vez viviesen de la enseñanza. Esto manifestó al Padre Provincial Varela y Comunidad.

La Comunidad de común acuerdo resolvieron aceptar se hiciese la fundación propuesta y que se le diera el nombre de Terceras Domínicas de San José; teniendo en cuenta la gran necesidad que había de enfermeras; especialmente en gente pobre que perecían por falta de cuidado. En esa época (1886) solo había el Hospital San Roque y no había enfermeras.

La nueva Institución después de procurar la propia santificación por medio del sacrificio y de la oración, asistieron a los enfermos con toda caridad sin ninguna retribución, abrazando todas las miserias de la humanidad paciente, sin distinción de creencias, patria y condición.

Padre Reginaldo en todos los detalles

El Rvdo. Padre Fr. Reginaldo Toro después de «ternar» (Sic) su Provincialato fue a Roma, y allí obtuvo el permiso de su S.S. León XIII para hacer dicha fundación. Fue al Colegio de las Religiosas de la Sma. Anunciata de Terciarias Dominicas educacionistas: Ciudad de Vich (España) De estas Religiosas trajo las primeras Constituciones llamadas de la Anunciata, y también algunas prendas de vestir.

La capa, toca y velo, tomó de las Hnas. Terciarias Dominicas Francesas de Ávila que eran enfermeras, y el velo más adecuado para ello. (Que es como se lleva hoy en nuestra Congregación).

Después de su vuelta de Europa que fue en los primeros meses del año 1886; de común acuerdo con la Comunidad, trataron nuevamente sobre la fundación, y como la Comunidad era pobre no contaban con recursos para el sostenimiento de la Institución. Entonces resolvieron ver a los esposos Jorge Poulson y su señora esposa Estaurofila Ladrón de Guevara de Poulson; para que pudieran ayudarle con algo, por ser un Matrimonio sin familia. Estos esposos aceptaron con el mayor placer, y dijeron a los P.P. que no sólo les ayudarían, sino que esa Institución serían sus verdaderas hijas, que les darían todo lo que ellos poseían; como en la realidad lo fue.

El Señor Poulson se había jubilado de profesor de la Universidad, y la Sra. Estaurofila que era una excelente educacionista, tenía una escuela de más de cien niñas de lo más selecto, que percibía su retribución. Pues, este matrimonio fueron verdaderos co-fundadores de Nuestra Congregación. Ellos costeaban nuestro sostenimiento con su peculio.

La Comunidad Dominicana lo nombró al Rvdo. Padre Fr. Reginaldo Toro, Director y Capellán de la nueva Institución que se iba a fundar. Como ya los P.P. contaban con recursos para el sostenimiento; ellos comunicaron de cierto la fundación a varias personas de su relación. Entonces se empezaron a presentar al Rvdo. Padre Director la que tenían vocación, unas después de otras.

Preparación material, espiritual y religiosa

El Rvdo. Padre las tenia apuntadas a todas con sus nombres y apellidos. El 11 de Agosto nos hizo llamar a todas las que se habían presentado a la Casa de la Sra. Estaurofila. Esto fue cerca de la oración; y estando todas reunidas (que recién nos conocimos) nos hizo firmar a todas en un papel provisorio hasta poder formular el Acta. Firmamos 12. (pero una faltó) y quedamos 11.

Se nos ordenó que a fines del mes de Agosto, principios de Setiembre, asistiésemos todas las noches (eso de la oración) para la enseñanza del oficio de la Ssma. Virgen. Nos llevó los libros (eran usados) y nos dio a cada una. Todo el mes en la hora indicada iba él, con otro Padre y nos enseñaban el latín y demás inclinaciones, (como se acostumbra hasta el presente) y también dándonos las instrucciones sobre la vida religiosa, y demás deberes y oficios de una Comunidad.

Por este tiempo el Señor Obispo Diocesano Mons. Fray Juan C. Tissera (Franciscano) estaba gravísimo y falleció antes de la fundación; quedando en Sede Vacante Monseñor Dr. Uladislao Castellano, Vicario Capitular del Obispado; a quien pidió autorización el Rvdo. Padre Toro para fundar la Congregación, que deseaba; y habiendo allanado los inconvenientes, consiguió su aprobación.

Por lo que el Padre en seguida buscó casa para la instalación, que fue en Calle Universidad ( Hoy Obispo Trejo) que quedaba colindando con el Colegio de las Huérfanas (Sta Teresa)

A esta Casa se la hizo arreglar, quedando lista a principio del mes de Octubre. La Sra Josefa T. de Moyano, dio sillas y un piano. Los P.P. Dominicos dos escaños largos que existen todavía a más 2 escaños cortos que son los que ocupan la Rvda. Madre Gral. y su Consejo. Las Huérfanas un altarcito con su sagrario, y otras señoras prestaron a la Ssma. Virgen del Rosario y a Nuestro Padre Sto. Domingo Por lo pronto ornamentos del Convento Sto. Domingo; y así otras muchas dádivas. La fundación era pobre, recibida sin dote; cada una entraba con lo que tenía, ya fuese dinero o bienes raíces y demás enseres; y la que no tenía, no daba más que la ropa cama y demás útiles necesarios.

Inicio sinodal: junto a laicos, frailes y otras religiosas

El día 8 de Octubre todas llevaron sus camas por la mañana a la Casa mencionada (C. Universidad). Por la tarde, eso de las tres, nos llevó a todas la Sra. Estaurofila para despedirnos de las tres Casas religiosas: 1º las Teresas, 2º las Catalinas y 3º las Huérfanas de Sta. Teresa.  Después de esto regresamos a nuestras casas para cenar, con orden de juntarnos todas a las 8 de la noche en la Casa preparada, cumpliendo como se nos había ordenado. La pieza o Capillita ya estaba preparada con los ornamentos. Al otro día nos levantamos bien temprano, y después del rezo, fue el Padre Director y nos dijo Misa y nos dio la Comunión, y nos ordenó que fuéramos a la casa de la Sra. Estaurofila que allí nos esperaba con el desayuno.

Mujeres laicas que acompañaron

En seguida llegaron las Madrinas para cada una que iban a tomar el hábito. Que es como sigue: cada ahijada con el nombre del siglo como también el nombre de sus Madrinas.

1º Señorita Rosario Garzón – Sra Esther M. de Garzón

2º Carmen Orellano – Sra Dolores R. de Losano

3º Teodosia Vasques Brac – Sra. Margarita V de Argañaraz

4º Martina Robin – Sra. Tránsito Leiva

5º Luisa Ferreira – Sra. Estaurofila de Poulson

6º Justa Orellano – Sra. Josefa de Moyano

7º Carmen Chambeaud – Melitona de Ibarra

8º Dominga Loza – Sra. Jerónima de Rodriguez

9º Alejandra Baigorria – Sta. Teodora Roble

10º Lucía Ceballos – Sra Carmen I. de Garzon

11° Rosa Clara Luengo

Cada Madrina arregló a su ahijada con traje de gala que ya tenían preparados. Los Padres hicieron preguntar si ya estaban listas para dar el último repique. Entonces salimos cada una con su Madrina, que nos pusieron a la derecha. (La calle era un mundo de gente)

El día tan esperado

Entramos, (dando ya el último repique) por la mano de la Ssma. Virgen del Milagro, (hoy del Ssmo Sacramento) pasamos por dentro de la barandilla y nos colocamos en el presbiterio a la derecha y las Madrinas a la izquierda.

La Comunidad de los Padres estaban detrás de nosotras y de las Madrinas. En seguida empezó la solemne Misa, cantada por Mons. Castellano. Terminada la Misa el Rvdo. Padre Provincial Fr. Jacinto Varela nos hizo una hermosa plática, en una cátedra que se había preparado a la izquierda del presbiterio.

Todo fue alusivo a la nueva fundación. Hizo mención, que habiendo sido doce y faltó una, que eramos igual a los Apóstoles, pues vosotras también sois once. El tema de la plática fue: Las obras son las pruebas del amor. Después de terminar la plática, se sacaron los hábitos que estaban en la sacristía empaquetados. En tanto Mons. Castellano procedió a la bendición de los hábitos. Después de esta ceremonia, el Rvdo. Padre Director, nos entregó a cada una el paquete del hábito. En seguida pasamos a la sacristía para vestirnos, y el Padre Salvador Vázquez cuidaba la puerta para que nadie entrase, también estaban dos muchachas que la Sra. Estaurofila había mandado para recibir los trajes en baúles después de la vestición. En tanto la Comunidad Domínica entonaron el Veni Creator mientras la vestición.

Estando ya vestidas salimos al presbiterio para las últimas oraciones dándonos a cada una el nombre que llevaríamos en religión que es como sigue:

  • Hna. Rosario de Sto. Domingo
  • Hna. Carmen de Sto. Tomás
  • Hna. María Teresa de Jesús
  • Hna. Martina del Señor
  • Hna. Imenda de San José
  • Hna. María Catalina de Jesús
  • Hna. Ines del Carmen
  • Hna. Dominga del Smo. Rosario
  • Hna. Ascensión del Espíritu Santo
  • Hna. Antonina del Sacramento
  • Hna. Rosa Clara

En seguida los P.P. entonaron el Te-Deum. Terminando con las oraciones de costumbre y haberse dado el abrazo de paz y juntamente la bendición, quedó terminado el Acto. Salimos del templo con nuestras madrinas por la nave del medio; que casi no se podía pasar por la aglomeración de gente; y que el Padre Director nos hacía calles para poder pasar. Los coches estaban preparados, en los que subimos con nuestras Madrinas hasta llegar a nuestra Casa, despidiéndose ellas con cordial afecto.

Ya era un poco más de las 11. En la Casa se quedaron cinco seglares que deseaban ser leguitas, y que algo habían preparado para las doce.

En esto llegaron las servidoras del Colegio de Huérfanas, que las mandaba la Comunidad a saludarnos, y a la vez llevándonos la comida que ellas nos habían preparado.

Esto fue muy emocionante para unas y otras, nos abrazaban llorando, y una de ellas nos dijo (María Iman) ¿Con qué se puede pagar este tan gran beneficio a Ntro. Señor? sólo siendo santa (esto dijo la verdad).

El contento de todas era inexplicable, parecía que estábamos en el cielo.

Por la noche del mismo día entramos a ejercicios que nos dió el Rvdo. P. Provincial Fr. Jacinto Varela.

Crecimiento, exigencias, ¡Felicidad!

Al día siguiente (10) de la toma de hábito, sucedió el caso siguiente, que habiéndose presentado una novicia de Sta. Catalina (Monasterio de monjas dominicas) llamada en el siglo Hortencia Garzón en religión Hna. María de Jesús; que hacía dos meses que había tomado el hábito y no podía seguir por el ayuno. El Padre Director la había aceptado, y esa mañana bien temprano fue la Sra. Estaurofila y la Sra. Carmen G. de Garzón llevando a novicia, que sacaron de Sta. Catalina. El P. Director nos dijo el modo de recibirla: estando formada la Comunidad en coro en la portería, entró nos abrazó a todas y seguimos juntas al oratorio. Las Señoras volvieron a sus casas.

En seguida empezó la Misa en la que todas comulgamos. Después del desayuno, se cambió el velo que lo llevaba blanco y se puso velo negro como las demás. Terminamos los santos ejercicios con toda felicidad y siempre estudiando el oficio y demás enseñanzas del Rvdo. P. Director, pues, no solo era fundador, sino Maestro de Novicias, Capellán y Confesor.  Era muy recto y le gustaba que todo se hiciera con perfección.

Nos enseñó como se debía estar durante el desayuno y comida. Después de de rezar el Padre Nuestro (secreto) y sentadas cada una en su lugar, y puestas las servilletas, nos dijo pongan las manos sobre la mesa hasta el puño como en la Orden. Cuando sirva el pan la servidora en la bandeja, se levantan un poquito lo reciben y lo besan y lo ponen a la derecha.

Cuando el pan esté servido, lo alzan y lo besan como antes. Al tomar el agua, se toma el vaso con las dos manos (es decir cuando se está en Comunidad). Además nos decía cuando anden por los claustros, no anden brazeando, siempre recogidas, porque eso no es propio de una religiosa, tampoco nadie me corra. Aunque yo me caiga y esté muriendo, nadie corra.

Nuestro P. Director era muy recto y a la vez muy caritativo y le gustaba que todas las cosas se hiciesen con perfección. Después de la Misa nos hacía varias advertencias, y otros días nos hacía platica sobre la vida religiosa y sus deberes.

(…)

Termino con nuestra humilde redacción, dando gracias a Dios  Ntro. Señor por haberme conservado la vida a una edad avanzada; rogando por el aumento de personal de nuestro amado Instituto, y que sea colmado de bienes espirituales, corporales y también progreso material

Hna. Antonina del Ssmo Sacramento Ceballos

Tra. Dca. de San José (3ra C. Gral.)

Enero 16 de 1943


Los subtítulos son de HH. Dominicas

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