ESCRIBE HNA. ANTONELLA MACIEL (LA RIOJA)

Los días 18 al 21 de noviembre, las Voluntarias del Hogar del Carmen de La Rioja, vivieron un hermoso Encuentro, en la ciudad de Córdoba. Pudieron realizar diferentes recorridos en la ciudad siguiendo la propuesta de  «La Noche de los Museos». Además participaron de la presentación de los libros de Nuestro Padre Reginaldo, escrito por la Historiadora Liliana De Denaro. ¡Fue un gran regalo para todas!, les permitió también reencontrarse con hermanas que no veían hace muchos años y habían vivido en La Rioja. 

En la localidad de Salsipuedes, pudieron disfrutar de la Creación, en la casa de La Estancita. ¡Les agradecemos lo compartido y su servicio a Jesús en las nenas!

Acercamos sus resonancias sobre la presentación del libro de Nuestro Padre Reginaldo, llevada a cabo en el Museo Juan de Tejeda; y también una pregunta que ellas pudieron hacerle a Monseñor Santiago Olivera, postulador en la Causa de los Santos.

Monseñor, ¿Por qué es relevante el mensaje del Padre Reginaldo hoy?

-Conocer a Reginaldo es relevante porque es argentino, y porque su diócesis comprendía las provincias civiles de Córdoba y La Rioja. Es un referente, un faro, las vidas de los santos nos recuerdan que la santidad es posible cada día. Él trabajó por la consolidación de la patria, por el bienestar y una vida digna para su gente, a los que llama humanidad doliente. 

Te invitamos a ver la respuesta completa en el video…

Carolina comparte…

Haber participado de la presentación del libro del Padre Reginaldo fue una gran bendición. Me hizo recordar esta conocida frase «amó a la Iglesia y se entregó por ella», al escuchar a Liliana De Denaro y Mons. Santiago Olivera esto recobra mucho significado ya que el Padre Reginaldo tuvo una intensa vida Apostólica, fue un hombre que trabajó incansablemente y con seriedad, también un padre que puso todo su corazón y su esfuerzo por anunciar a Jesús. Conocerlo un poco más me hace sentirlo más presente y cercano hoy en su obra en la cual presto servicio, el Hogar del Carmen en La Rioja.

Kelly…

 La Prof. Liliana fue muy clara, comprometida, transmitía amplios conocimientos sobre la vida de Fray Reginaldo, y me permitió conocer sobre sus Obras, esto me atrapó, cuánto conocimiento, un sabio del futuro en estos años que sus obras perduran y continúan expandiéndose en la formación de toda persona como yo, que busco permanentemente acercarme a Dios, comprometerme con Jesús, y no caer. También haber estado en 1890 en La Rioja, haber participado en un hospital público, haber transitado caminos hacía Chilecito, Famatina, lo siento como un poquito nuestro también. Agradezco a Jesús la posibilidad de vivir éstos momentos que perdurarán en mi corazón y con el compromiso de seguir apoyando a la beatificación de Fray Reginaldo Toro.

Y haber compartido con las voluntarias me permitió conocerlas un poquito más, y si una pone voluntad y más compromiso con el hermano, estamos acercándonos a Jesús, que es lo que siempre busco. Porque me pasa, que a veces me ausentó o priorizo otras cosas, estos días me sentí muy contenida por las hermanas y las voluntarias. 

Gracias por compartir éstos momentos con ustedes me fortalecieron espiritualmente, fueron de gran valor en mi vida. Gracias Jesús, cuida y protege a las hermanitas, las niñas y voluntarias del Hogar.

Zaryna nos dice…

El encuentro de voluntarias y la presentación del libro… ambas experiencias sobrepasaron mis expectativas. Usamos mi celular para poder sacar fotos de los momentos más relevantes, pero se filtraron otras imágenes que eran imposibles no capturar, como el reencuentro de las hermanas, los museos y la historia que guardan en ellos, los paisajes pintorescos que me encontré en el camino. Ahora me siento similar a la memoria de mi celular, guardo en mi todo lo sucedido en el viaje, los momentos de oración con las hermanas, conocer a otras hermanas, y poder charlar unos minutos con algunas, el trabajar en equipo con las chicas, al igual que cocinar con ellas, las bromas de por medio, hasta se cumplió mi sueño, subí a una escalera mecánica por primera vez a mis 19 años. Me faltó decir que en una carpeta especial quedó guardada la alegría que nunca faltó en este viaje.

Una experiencia difícil de olvidar, sentir lo bonito de desconectarse de todo por unos días y recargar la batería al 100%. 

Tuve que borrar cosas que no eran importantes, y que solo ocupaban espacio, lo hice para poder guardar en la memoria la presentación del libro del Padre Reginaldo Toro, yo todavía no lo conozco muy bien, tengo que hacerlo, porque llama mi atención su persona, y sobretodo un par de frases que leí y que ambas resuenan mucho en mi cabeza “Preparar la inteligencia y el corazón” y  “Abrazar a la humanidad doliente”, actualmente es una meta  hacer de esta última frase un pilar en mi vida, ponerla en práctica, y encomendarme en Dios para que así sea.

Karim

La oportunidad de formar parte del encuentro no solo fue algo enriquecedor, sino también inspirador y esclarecedor para mi vida. Conocer un poco más sobre la vida y obra del Padre Reginaldo me conmocionó tanto, porque me dí cuenta que su obra e intención para la humanidad tocó mi vida de manera tan personal y contribuyó profundamente a mi crecimiento (en la Fe y en lo humano). Ver como su paso por esta tierra aún sigue tocado vidas de una manera silenciosa, pero para nada sutil (porque es motor de modificaciones concretas) es una motivación a querer conocer aún más de Él y sobre todo imitar su vida en mi servicio y formación. Agradezco está experiencia porque nos fortaleció como comunidad.

Natalia comenta…

Para mí el encuentro de voluntarias fue de una gran fraternidad para nuestra comunidad, dónde pudimos afianzarnos y formarnos en la fe, en lo personal me sentí acogida.

Siento una gran alegría de haber podido participar de algo tan importante como fue la presentación del libro, una que lleva unos años… conocía algunas frases, escritos, pero ahora al escuchar me doy cuenta que no dimensionaba su obra, me dejó con una sensación de que cuánto más escucho más quiero saber.

Noelia

¡Hermoso todo! Se sintió mucha alegría al volver a ver cada pedacito de la obra de la congregación, que a lo largo de nuestra vida han formado y cobijado nuestro crecimiento personal, espiritual y humano. 

Fue muy emocionante poderles compartir experiencias y vivencias de años anteriores a las chicas nuevas, y por sobre todo, mucha emoción, el ser parte de la historia que comenzó escribiendo el Padre Reginaldo… Y que por Gracia de Dios sigue caminando.

Analía cuenta…

Estar en la presentación del libro sobre Fray Reginaldo Toro ha sido un momento de mucha gracia, una gran oportunidad para conocer sobre su vida y lo importante que es, uno puede caer en comparaciones, yo caí en esto de comparar de cuánto Fray Reginaldo había hecho en su tiempo con todos los desafíos y con todos los obstáculos que tenía que sortear propios de la época en la que él vivió, ¿pero es muy meritorio no? Como fue realmente un instrumento del Señor para poder llegar a los fieles, para poder transmitir el Evangelio, para poder ser uno más. Lo que más me impactó de su vida fue este deseo, este rol de confirmar a los jóvenes en su fe, de no medirse en cuantas confirmaciones hacía, que pudieran conscientemente confirmar la fe que habían recibido de niños, poder ir de lugar en lugar. Me ha impactado mucho y animado a seguir conociéndolo, a sus hijas, sus obras, las que fue iniciando.

Y en cuanto al encuentro de voluntarias lo veo muy rico en la libertad de los momentos, de los tiempos justos, de compartir, de conocernos, un apostolado que nos une y a la vez hacemos de modo diferente. Ahora me encuentro viviendo más lejos y abrazo desde la oración. Cuando fui catequista pude abrazar las realidades de las nenas, de Dios que es Amor, un Dios que nos espera todo el tiempo. Fue valioso el tiempo compartido para rezar y conocer los dones que tengo y las debilidades, que si bien son mías de las manos de Jesús puedo trabajarlas para que no sean obstáculos para los demás. Y también lo reflexionado de que el voluntariado se hace por Jesús, no apegarse a las nenas y a las hermanas del momento, sino servir sí, pero desde Jesús, para crecer como persona, como cristiana.

Agradecemos el testimonio de cada una, nos alegra que sientan al Padre Reginaldo un poquito suyo, como dice Kelly, porque él verdaderamente fue pastor de sus tierras, Obispo de Córdoba y La Rioja. Que el faro de su vida nos siga iluminando, y como él dijo “que esta obra (la del Hogar del Carmen, todas las comunidades de la Congregación y las de nuestra vida misma) confíe y descanse en Dios que bueno es e infinita su misericordia”.

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