19 de Octubre de 2019. Comunicación Hnas. Dominicas de San José.
Este día de la madre 2019 lo celebramos con Mónica Bersano y su familia, ella abrió su corazón para compartir su historia de mamá que lleva diez años, luego de adoptar con Marcelo, a Mauricio y Facundo, dos soles que inspiran y potencian su ser madre, su ser familia, su ser en el mundo.
La profesora Mónica, es docente del Instituto De María Inmaculada, IMI, de la Las Varillas (Córdoba). Hace 26 años que inició su labor en esa comunidad educativa, junto a las Hermanas Dominicas de San José, también trabaja en otra Institución escolar en Villa María.
La adopción fue una opción tomada con su esposo, y la recibieron como una bendición. Marcelo la acompaña en esta hermosa misión, él es Ingeniero en Alimentos, también se dedica a la tarea docente en el nivel Medio y Superior del Colegio Santísima Trinidad en la ciudad de Villa María.
Después de varias pérdidas de embarazos y de confirmar que Mónica tenía una imposibilidad de concebir, inician el trámite de adopción
“Con el paso del tiempo fuimos conversando con familias amigas que habían adoptado. Yo tenía 36 años y deseábamos con Marcelo armar una familia. Hicimos una jornada de acompañamiento con el grupo Familiar Cristiano, y maduramos la idea de la adopción como otro modo de armar una familia” comenta Mónica.
“Cuando hay intenciones de formar la familia, lo biológico es un detalle, -afirma Mónica-, y que nuestros hijos iban a ser nuestros hijos. Esto fue pensado, rezado, y luego nos inscribimos en diversos juzgados del país presentando nuestra carpeta, en ese momento no contábamos con un listado único de adopción en Argentina. Fueron muchos viajes, tiempos, tiempos para pensar, soñar, e imaginar a nuestros hijos”, expresa Mónica.
“En el 2010 nos avisan de un Juzgado de La Carlota que había dos niños Mauricio (10) y Facundo (7) en situación de abandono. Ellos estaban en un Hogar de Canals, venían de Alejo Ledesma porque la mamá había fallecido, y estaban en manos de hermanos mayores que no los podían cuidar. En ese momento nos acercamos a ellos, primero los sábados y domingos y luego las visitas más largas de viernes a domingos; que nos quedábamos hasta que los chicos se dormían y luego nos volvíamos a casa”.
“Mauri con 10 años en un tercer grado incompleto y con problemas de sobreedad escolar, físicamente muy delgado no pesaba más de 26 kg. y Facu de 7 años con problemas relacionados con el abandono, enuresis entre otros, que gracias a su primera y actual Pediatra María Elisa y nuestra dedicación, lograron su desarrollo normal».
¿Qué aprendieron estos años como familia?
Nos aprendimos nosotros, que cada uno tiene su personalidad, necesidades, tiempos, y a pesar de que a veces nos hemos invadido, herido, aprendimos que cada uno es como es, aún cuando ponemos límites y nos enojamos, nos necesitamos. Que podamos compartir, que lo importante es que nos aprendamos a escuchar. Cada día amanece un día nuevo para todos.
Marcelo es un gran papá, a Facu le encanta estudiar con él. Lo acompañó siempre en las tareas, y eso no solo le permitió no llevarse materias sino despertar el asombro entre sus compañeros, de tener un padre muy presente desde el seguimiento escolar.
Aprendimos a dialogar, recuperamos nuestras sobrinas en casa para compartir con ellos, aprendimos a recibir todos los días, amigos en casa, porque Facu tiene un millón de amigos. Aprendimos a respetar los espacios de una casa sana, aprendimos en los mimos un modo de disolver los enojos… nos aprendimos.
¿Qué necesita, a tu criterio, el sistema de adopción en la Argentina para facilitar los procesos y hacerlos menos burocráticos y más serios? Esto pensando en la experiencia por la que ustedes pasaron u otras experiencias similares.
Respecto a la normativa, la ley de adopción ha sufrido cambios desde que nosotros nos inscribimos en el listado. Luego de analizarla de la mano de abogados y jueces, pensamos que la deficiencia está en la modalidad de llevar adelante la legislación.
Falta de efectividad en los tiempos, porque hay tiempos de acercamiento, de establecer relaciones con los niños, etc. pero el sistema judicial en Argentina deja en manos de la buena voluntad y tiempo que disponen los jueces, a lo que se suman los controles de los Organismos intermedios de intentar re vincular con la familia de origen. Entonces son tiempos muy largos y dilatados para los niños también.
En muchas oportunidades vimos esto en la falta de agilidad en las definiciones. Nosotros tuvimos la bendición de encontrar un buen juez y su secretaria, que su accionar fue impecable (hoy jueza). Fuimos atendidos, interpelados y seguidos por un grupo humano fantástico. Reconocer que cuando hay buena voluntad y decisión firme de un juez y su equipo de trabajo, las cosas son más llevaderas y todos sufren menos en el desgaste de los tiempos administrativos, porque hay gente que a causa de esto también se desalienta y busca soluciones fuera de la ley.
¿Qué les dirían con tu esposo a las personas que están en duda con la adopción? ¿Por qué vale la pena? ¿Qué tener en cuenta?
Que abran su corazón y que lo escuchen.
Hay muchísimos chicos en lugar de abandono, más de lo que imaginamos. Y hay parejas que se están perdiendo la posibilidad de ser padres por una comodidad personal. Algunos piensan que la adopción de niños más grandes son una complicación, no sé bien a qué se refieren, cada edad tiene sus necesidades y los vínculos tienen que ver con la calidad de tiempo de estar con los chicos, vínculos sanos que perdonen, regular las emociones; proponer seguridad, es básico.
Es importante el diálogo con otros padres, buscar soluciones compartidas, con un matrimonio de Río Cuarto, que adoptó dos niñas casi de la misma edad en simultáneo con nosotros, nos alentamos y con otros grupos que adoptaron niños con dificultades de salud recuperables y no recuperables.
La referencia para los padres en duda es pensar: ustedes que quieren, ser padres, sean. No hay manual, sí el diálogo con otros padres. Lo peor que podemos hacer es que vuelvan a caer en el abandono.
En este link la nota El Padre Reginaldo Reginaldo las pensó como MADRES