Testimonio «A mí me llamó a formar parte de esta familia religiosa que abraza a la humanidad doliente.»

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03.05.20. Comunicación Hnas. Dominicas de San José. Día de las Vocaciones.

Compartimos el video con el que dieron inicio los encuentros semanales de las formanadas de las distintas etapas, junto a la Madre General Raquel Correa OP. y sus  formadoras. La Hna. Mercedes en el día de las Vocaciones, nos comparte su testimonio de cómo se sintió llamada por Jesús.

Testimonio Hna. Mercedes Vega. Juniora de 6to año.

Soy Hna. Mercedes, pertenezco a la Congregación de las Hnas. Dominicas De San José. Estoy en una etapa de formación que se llama Juniorado.

La primera vez que me encontré con Jesús fue en el año 2000, con un grupo de amigos participábamos del grupo juvenil en nuestra Capilla, nos juntábamos para formarnos, dábamos Catequesis de comunión, íbamos a Misa y después nos quedábamos en la casa de alguno de los chicos, también salíamos a bailar o simplemente a dar una vuelta.

En uno de los encuentros de formación, el coordinador del grupo nos preguntó si nos habíamos detenido a pensar en qué era lo que quería Dios para nuestras vidas… La verdad es que yo nunca lo había hecho hasta ese momento, la pregunta quedó dando vueltas en mi cabeza y en mi corazón…hasta que un día en una confesión le conté esta inquietud a un sacerdote y éste me recomendó hablar con una hermana para que me ayude a poner luz y poder discernir lo que Jesús me pedía.

Charlas con Hna. Otilia 

Comencé a charlar con la hna Otilia, rezábamos, me aconsejaba, compartíamos la vida, ella su vida Consagrada y yo mis inquietudes. Después de un tiempo de estos encuentros y de seguir con mis actividades de todos los días…fui sintiendo que Jesús me pedía a mí también seguirlo en la Vida Consagrada, pero en ese entonces con 17 años me asusté, tenía miedo y no quise saber más nada, quería estudiar, trabajar, casarme, tener mi casa, mis hijos… Entonces hice a un lado todo eso del discernimiento y las búsquedas, seguí con mi vida: trabajaba ayudando a mi flia, estuve de novia, estudié magisterio, daba clases en una escuela de La Rioja (lugar donde nací).

Realmente cuando creí que estaba alcanzando todo lo que quería y tenía mi vida armada Jesús vino a irrumpir en ella…En realidad creo que Él siempre estuvo, manteniendo encendida la luz de la vocación. Un día en Misa se leyó el Evangelio de San Mateo en el que Jesús pregunta a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»…»Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?».
Cuando el sacerdote predicó la homilía nos preguntó: ¿quién es Jesús para vos? ¿qué lugar ocupa Jesús en tu vida? Y yo respondí inmediatamente soy catequista, soy misionera, voy a Misa…Ese es el lugar de Jesús en mi vida, ese es todo el lugar que puedo darle…

Pero Jesús quería más. Él quiere ser el centro de mi vida y de la vida de cada uno. Nos llama a ser luz y a transmitir la Luz de su Resurrección en distintos espacios y de diversas maneras. Todos tenemos la misión de ser portadores de esa Luz, algunos en la vida consagrada, otros en el matrimonio, otros en su trabajo, otros en su grupo de amigos…

A mí me llamó a formar parte de esta familia religiosa que abraza a la humanidad doliente. Aunque yo escuchaba este llamado, al principio quería seguir con mi vida como ya lo tenía planificado, pero no podía porque daban vuelta en mi cabeza y en mi corazón estas preguntas: ¿Qué quiere Dios para mi vida? ¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué lugar ocupa en mi vida?.

Encuentro con Jesús 

Era necesario dar una respuesta que todavía no tenía clara, entonces de nuevo pedí ayuda. Un día conversando con una hermana le conté todas estas inquietudes y le pedí que me acompañe en este camino de búsqueda. Así, comencé una nueva etapa de discernimiento, tratando de escuchar la voz de Jesús. ¿Cómo lo hacía? Conversando con esta Hna., leyendo la vocación de algunos santos y personajes de la Biblia, escuchando testimonios de otros a los que Dios había llamado, en la confesión, escuchando la Palabra de Dios y rezando… Había un lugar al que siempre iba era la Capilla del Santísimo de la Iglesia Catedral…ahí nos encontrábamos con Jesús le contaba mis dudas, alegrías, miedos, preocupaciones, ahí le dije por primera vez “SÍ, quiero seguirte”.

Creo que lo fundamental, ante estas inquietudes que se presentan en nuestra vida, es estar acompañados, buscar a alguien que pueda ayudarnos a poner luz en nuestra vida y decisiones. Y sobre todo rezar, generar ese espacio de encuentro con Jesús que es la Luz del mundo, un espacio en el que se le pueda hacer preguntas, escucharlo o simplemente estar con Él.

https://www.instagram.com/p/B_u9HeRDUVf/?igshid=1pp9bx13gybv9

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